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Revista Urdimbre

Turismo y Autocuidado



Los días soleados y la llegada del verano, se suman a las ganas de estar en la playa o en algún valle para quitarnos de la piel la marca del encierro que iniciamos en marzo, y que luego profundizamos con una cuarentena total por más de un mes (por lo menos en La Serena, Coquimbo y Ovalle), lo que también repercutió en nuestra manera de socializar al dejar de lado las visitas a nuestros cercanos. Una motivación normal, pues por naturaleza necesitamos de los espacios al aire libre y disfrutar de nuestros lugares favoritos, además de mantener cierta cercanía física con los seres queridos. Recordemos que cuando llega la pandemia a Chile, estábamos iniciando el año, por lo que se cerraron colegios, oficinas, además se cancelaron recitales, casamientos, fiestas de cumpleaños y viajes, siempre pensando que sería por un breve período. Ahora, la duda es si podremos tomar un descanso y salir de la ciudad a lugares que nos ofrezcan lo que buscamos. Aunque la respuesta aún es difusa, tenemos algunas cosas claras: sabemos que mantener la distancia física es clave, que utilizar la mascarilla nos protege y que el alcohol gel debe estar siempre presente. Además, podemos agregar algo que ya sabemos, pero que a veces se nos olvida: tenemos la posibilidad de ver el futuro monitoreando lo que ocurre en otros países, principalmente los europeos. Una ventaja que nos invita a no cometer sus mismos errores.

El nuevo turismo La reactivación para las mipymes turísticas golpeadas por la crisis sanitaria se ha centrado en priorizar los viajes dentro del país más que promocionar la salida a destinos internacionales, entendiendo que, por temas de seguridad, se optará por los viajes y estadías breves, en donde se utilizará principalmente el vehículo propio como medio de transporte. Es así que el Plan Nacional de Turismo del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, junto a la Subsecretaría de Turismo y Sernatur, contempla, además de los financiamientos entregados, los protocolos sanitarios en hoteles, restaurantes y otros establecimientos de atención a turistas en base a las recomendaciones del Ministerio de Salud. En la misma línea, el Plan Viaja por Chile cuyo objetivo, además de apoyar la reactivación, es recorrer el país de manera segura, señalando lo importante que es que “volvamos a encontrar, a confiar y disfrutar de todo eso que amamos de nuestro país”. De hecho, nuestra región fue la primera en comenzar esta labor mancomunada entre entidades gubernamentales y privados, para sociabilizar las medidas de manera rápida y eficiente. Con el COVID-19, la forma de hacer turismo cambió; el visitante buscará una estadía segura y tranquila, además de priorizar medidas higiénicas al momento de elegir un destino. Por lo mismo, manejará una gran cantidad de información y será mucho más exigente con las empresas del rubro. Las aglomeraciones ya no entran en la lista de viajes, por lo que se optará por espacios abiertos, al aire libre y, si es posible, con mucha naturaleza.

La naturaleza siempre tiene la respuesta El sol y la playa, por un lado, o la ruralidad con el turismo de intereses especiales, por otro, son parte de algunos itinerarios de alguien que busca seguridad y descanso, y nuestra zona los tiene. Muchas familias de otras ciudades mantienen su segunda vivienda en la región de Coquimbo, además de que, en términos geográficos, quedamos bastante cerca de otras que sueñan con nuestros atractivos. Aunque la economía familiar incide a la hora de preferir ciertos destinos, todo hace pensar que también los habitantes de la región preferirán los viajes internos; sin embargo, lo único cierto es que, por el momento, no contaremos con la presencia de los vecinos argentinos, pues el Paso de Agua Negra se mantendrá cerrado para turistas internacionales hasta que la autoridad lo estime necesario. En síntesis, la reactivación dependerá, primero, de cómo va evolucionando la pandemia y, segundo, de la capacidad de cada empresa para incorporar las distintas exigencias sanitarias detalladas en los protocolos. Además se suma un tercer elemento: ser capaces de establecer una cultura del autocuidado que apoye todo lo anterior.

Autocuidado, a ti nos encomendamos El autocuidado es un concepto que hemos escuchado bastante el último tiempo, el cual tiene que ver con la construcción de hábitos a partir de las acciones intencionales que efectuamos de manera casi instintiva, junto a las acciones voluntarias en las que la reflexión y la experiencia pasadas estimulan la incorporación de pautas que no teníamos previamente. Ambas ejercen cambios importantes que no debemos reducirlos sólo al ámbito personal o a la responsabilidad individual, sino al conjunto de la sociedad. Con todo lo experimentado el 2020, es importante entender la fragilidad a la que estamos expuestos y reconocer que no tenemos el control de todo, pero sí de ciertas cosas que sabemos que nos dan seguridad. En el cuarto capítulo de nuestro programa Urdiendo Encuentros (transmitido por Facebok Live), tres expertas nos hablaron de las estrategias para manejar la vulnerabilidad en el contexto actual, de respetar mi salud y la de los otros según sus necesidades y tiempos. Por ejemplo, en una cola de supermercado puedo estar al lado de una persona con una enfermedad crónica, quien trata de mantener todos los resguardos que estima necesario, información que no tengo cómo saberla en ese momento, pero sí puedo conocer y respetar la normativa, lo cual hace sentir tranquila y segura a esa persona. Entender que las medidas de autocuidado para mí no serán las mismas para los que están a mi alrededor es fundamental: con respeto se contribuye a la cultura del autocuidado.

Al terminar este reportaje, las noticias desde Europa no son alentadoras: las cifras de contagios en Alemania, Francia y Reino Unido, están en su peor momento… por más medidas que implementemos, el autocuidado es lo más certero que tenemos.


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