Hace ya 25 años que Lorena Ramírez visitó La Serena desde su tierra natal, Buenos Aires, Argentina, durante una de sus vacaciones. Primero se enamoró de la ciudad y, años más tarde, de su esposo, también argentino, con quien decide formar su familia en estas tierras. Luego, su interés por la gastronomía la lleva a estudiar Cocina Internacional en INACAP y especializarse en repostería, entre otras capacitaciones. También recuerda con mucho cariño sus 10 años de docencia gastronómica en un liceo técnico. Sin embargo, su pasión la encaminaría por el mundo del emprendimiento, creando Blondíssima Repostería hace ya 3 años, una marca reconocida por quienes prefieren productos con ingredientes de calidad, artesanales, sin gluten y sin azúcar, ya sea por alergias alimentarias, intolerancias o por querer disfrutar dulces ricos y saludables.
Revista Urdimbre.: Tenemos entendido que hiciste un cambio de alimentación previo a hacer tu marca, ¿cómo sucede y cómo influye esto en Blondíssima? Lorena: Bueno, fue queriendo buscar mi bienestar porque, la verdad, estuve en una situación bastante compleja en cuanto a mi salud. Al estar todo el día fuera de la casa, trabajar en cocina y en el casino del colegio, comía pésimo, sin horario, no tenía rutina y eso me hizo mal. Tenía un exceso de peso terrible, llegaba al punto de que hacía mis clases, hablaba y a los cinco minutos ya estaba agitada; entonces dije: “no, no puede ser que yo esté así, tengo que hacer algo por mí”. Coincidió que en esa época (2016) comenzó el furor del Método Grez, donde su fundador aparecía en programas de televisión; lo empecé a escuchar y me hizo sentido lo que decía. Me di cuenta de que el objetivo no debe ser solo bajar de peso, sino encontrar el equilibrio en la forma que nos estamos alimentando. Ahí me cambió la mentalidad y dije: “bueno, este caballero tiene razón”, aparte que lo explicaba desde su experiencia y eso fue lo que más me convenció. Así que lo probé, vi de qué se trataba, no era algo difícil y me venía súper bien con mi rutina; después de 15 a 20 días me empecé a sentir distinta y dije: “ah no, esta es la mía”. Así que ahí le di firme, estuve casi un año y medio y bajé bastante de peso, para mí fue muy motivador, pero como te digo, el tema es cambiar el chip en la cabeza y no esperar milagros.
R.U.: ¿En qué minuto pasas de hacer algo que era un cambio de vida personal a convertirlo en un emprendimiento? L: Como mi pasión es la cocina y a eso me dedico, llegó un punto en que las recetas de lo que podía sumarle a este cambio de alimentación no me convencían para nada. Uno empieza a buscar material en internet, salen millones de recetas muy similares y, cuando me ponía a probarlas, a veces eran cosas incomibles, y aun así las siguen publicando, eso es lo peor (risas). Entonces me dije “tengo que buscarle la vuelta para comer rico” porque, precisamente, el método habla de que uno no tiene por qué privarse de comer cosas ricas. Ahí empecé a hacer mis propias recetas, sobre todo la parte dulce, que era lo que más me hacía falta; hice mi primer producto que fue el brownie, me puse a probar y mejorar hasta que al final llegué a mi receta original del brownie con nueces, el brownie Blondíssima.
R.U.: ¿Por qué Blondíssima? ¿Cuál es la historia detrás de este nombre? L: Costó al principio porque no es llegar y ponerle el nombre de uno al proyecto, quería que fuera un concepto que tuviera un sentido más que ponerle un nombre comercial o de fantasía. Entonces, lo empecé a buscar, primero por el lado de la repostería, la típica blonda que se usa para vestir las tortas, y al inicio ya me imaginaba un logotipo similar a una blonda de repostería. Después, lo asocié a mi naturaleza más blanca-rubia, y pensé “esto tiene que ser espectacular”, así que le agregué el “-ísima”.
R.U.: ¿Cómo sientes que la gente ha recibido tu producto? ¿Qué les gusta y qué no? ¿Has tenido que mejorar cosas? ¿Cómo ha sido ese proceso? L: Mira, como te conté antes, empecé a tratar de mejorar las recetas que tenía a la mano en internet y eso me obligó a investigar sobre alternativas en la repostería que hasta ese momento desconocía; utilizar harinas distintas, sus características y nutrientes, por ejemplo. Luego, la otra parte, que encontré mucho más compleja, es cómo endulzar y cómo combinar ambas cosas, porque en ese momento la oferta era o sin azúcar, o sin gluten, y yo quería las dos cosas. Quería algo que se acercara más a lo saludable y me pasaba que, al principio, la gente desconfiaba porque me decía: “es que no puede ser tan rico, esto algo tiene”, “no entiendo que no tenga azúcar”, “no puede ser que esto sea sin gluten”. Mi enfoque principal era poder abastecer a las cafeterías, para que contaran con la posibilidad de ofrecer una repostería alternativa a clientes que estuviesen haciendo el método, la dieta Keto o que tuviesen celiaquía, diabetes, etc., y pudieran sentarse a tomar un café con un rico brownie, que sea alternativo y saludable. Como en ese momento no había, fue la necesidad que detecté porque me estaba pasando y, conversando con otras personas, a ellos también. Este brownie gustó mucho y así fue como empecé este proceso de ofrecer en distintas cafeterías de La Serena donde, por lo general, los primeros que aceptaron el producto fueron emprendedores.
R.U.: Entonces comenzaron a consumir tus productos y les empezaron a gustar… L.: Claro, empezaron a buscarlos, porque inicié el 2018, pero cuando vino el estallido social (2019), los primeros que cerraron fueron las cafeterías. Entonces ahí, sin quererlo ni buscarlo, Blondíssima ya era conocida. Ya había empezado con las redes sociales, y los mismos clientes de las cafeterías me empezaron a contactar para que les vendiera porque les había gustado mucho; comencé a tener un poco de retroalimentación directa de ese público que yo, hasta el momento, desconocía. Fue bien interesante porque me empezaron a preguntar: “¿Y no tienes de otro sabor?”, “¿Puede ser que sea con almendras en lugar de nueces?”, porque también hay mucha gente que es alérgica. Ahí surgieron un montón de variantes que yo desconocía, empecé a probar otros sabores y así nacen estos cuatro sabores que tengo ahora.
R.U.: Claro. Ahora, cuéntanos, ¿tienes dificultades para conseguir las materias primas? ¿Cuáles son tus proveedores? L: Sí, al principio me costó bastante encontrar productos que fueran de calidad; fui buscando diferentes alternativas hasta que di con proveedores que me certificaban que los productos eran, por ejemplo, sin gluten. Valido mucho a los productores locales, quienes también son emprendedores y, bueno, hay otros productos que no queda de otra y hay que buscarlos en el retail no más, pero siempre trato de buscar mejores opciones.
R.U.: Qué bueno que apoyes el comercio local, lo que también vuelve más sustentable tu marca, algo muy positivo. Ahora ¿qué otras dificultades enfrentas hoy? L: Estamos en un punto donde hay que crecer con paso firme. En este momento, es familiar y entre nosotros nos vamos apoyando y haciendo un poco de todo; ahora, hay que expandirse para poder cubrir este mercado que va en aumento y la demanda que está siendo cada vez mayor. Pensar en invertir en nueva maquinaria para tener mayor producción y buscar personal especializado y honesto que nos apoye.
R.U.: ¿Cuál es el valor agregado que hace que Blondíssima sea diferente y por qué la gente debería preferir tus productos? L: Yo creo que es la experiencia y la parte profesional, tener años en el rubro. La investigación que he hecho me da esa validez de que sé lo que estoy hablando y lo que estoy haciendo, pero, más que nada, creo que Blondíssima es una ayuda a las personas que quieren tener una vida saludable, una alimentación más consciente y, de ahí viene el slogan: “Come rico, come sano y come inteligente”. Una de las cosas que aprendí en este cambio de alimentación es a seleccionar y elegir lo que uno va a consumir, no comer cualquier cosa; así es como quiero tratar de ayudar a las personas, que sepan hacerlo. A lo mejor, sí, lo que estás comiendo no es de dieta, pero es algo rico, de calidad, bien hecho, artesanal, no te va a caer mal ni provocar culpa; se trata de comer sabiendo que es sano y de manera inteligente. seleccionando lo que vas a consumir.
R.U.: Soñemos un poco… ¿cómo ves a Blondíssima en unos años más? L: Uno de mis sueños es tener un local físico, poder llevar a un nivel mayor el concepto de comer inteligente y ojalá poder montar una linda cafetería donde la gente pueda ir a disfrutar de productos saludables y pasar un rato agradable. También poder llegar a más gente, ojalá distribuir en todo Chile; hay que trabajar bastante para eso, pero yo creo que estamos bien encaminados.
R.U.: ¿Algo más que quieras agregar? L: A los emprendedores que recién están empezando, que no se achiquen, que traten de iniciar su proyecto formalizándose, estando al tanto de los apoyos y ayudas que se entregan y no quedarse con lo mínimo. Lo primero que hice fue formalizarme a los cuatro meses, apenas vi que podía vender y que el producto estaba gustando; eso me obligó a subir escalones. Saqué en seguida la resolución sanitaria, a pesar de hacer mis productos desde la casa, también tengo mi certificación, y eso le da un valor agregado a cualquier mipyme, porque es un respaldo para uno y para el público que está comprando algo que, si bien es artesanal, tiene su formalización. Lo importante es ir avanzando.
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