top of page
Revista Urdimbre

Crear, Reevaluar, Reestructurar



Desde el año 2016 la tasa de actividad emprendedora se ha mantenido constante, con uno de cada cuatro chilenos entre 18 y 64 años, que se atreven a iniciar un negocio. El aumento de la valoración social hacia el emprendimiento como opción de carrera, una mayor accesibilidad a adquirir conocimientos y habilidades complementarios, y la disminución del miedo al fracaso, permiten considerarlo como una elección atractiva para generar ingresos (Reporte GEM Chile, 2018). Pero, como toda actividad, el riesgo de terminar en un escenario complejo puede estar a la vuelta de la esquina, existan o no indicios previos de ello. El 18 de octubre vivimos un gran quiebre, donde parte de las micro y pequeñas empresas se vieron afectadas de uno u otro modo. Para quienes ya contaban con un funcionamiento estable y clientes frecuentes, significó una disminución de la venta (y adquisición) de bienes y servicios, lo que gatilló en una reevaluación de sus procesos y una reestructuración del modelo de negocios utilizado. En cambio, para otros, fue la instancia de analizar nuevas problemáticas y generar soluciones necesarias de manera transitoria. En cualquier caso, resulta crucial considerar ciertos aspectos que te ayuden recuperar la estabilidad durante una crisis, o bien, potenciar la oportunidad observada.

  • Recupera el optimismo y aprovecha la instancia para reconocer los puntos débiles que posees. Puedes hablar con tus amigos, con otros emprendedores, e incluso con tus clientes; sabrás cómo es percibido tu negocio a través de sus opiniones.

  • Sé paciente y ten presente que tu posicionamiento en el mercado puede mejorar en el mediano plazo a medida que la economía se recupera. Si iniciaste un emprendimiento, ve más allá, buscando conservar los actuales clientes y mantener un nivel de ingreso estable en el futuro.

  • Reevalúa tus directrices y reestructura tu forma de operar priorizando la atención al cliente, ya sea empresarial o consumidor final. Del mismo modo, no olvides mantener una buena relación con los proveedores; es un aspecto trascendental para llegar a acuerdos en caso de ser necesario.

  • Sé flexible y no tengas miedo de disminuir tus expectativas, pues al tener una mirada más realista, es posible ajustar costos y gastos con mayor efectividad. También, es recomendable analizar qué producto o servicio genera mejor margen de ganancia y darle prioridad, mientras otros puedes dejarlos en pausa o eliminarlos de la cartera. No te centres sólo en mantener el flujo de caja, sino en generar utilidades.

  • Usa la tecnología a tu favor. Ya sea en redes sociales, portales gratuitos o de pago, resulta decisivo mantener tu presencia online para una mayor visibilidad y alcance. La cercanía con el cliente aumenta, como también la eficiencia de venta y entrega.

  • Evalúa periódicamente tus procesos productivos y administrativos, tanto en el funcionamiento diario, como para generar planes de contingencia que te ayuden a afrontar tiempos difíciles (reducción de costos y gastos ante emergencias, priorización de calidad o producto estrella, ahorros para cubrir egresos inesperados, entre otros).

No existe una receta precisa para situaciones como la que estamos viviendo, pero te recomendamos sólo algunos de muchos pasos a considerar según la realidad de tu negocio.

¡No bajes los brazos!

Revista Urdimbre










1 visualización0 comentarios

Comments


bottom of page