¿En la última década hemos observado cómo el emprendimiento se ha vuelto un motor importante para la economía chilena, tanto por la necesidad de trabajar coordinando vida personal y laboral, como por el deseo de generar recursos materializando la idea de negocio que en algún momento sólo ha estado en nuestras mentes.
Además, tenemos la suerte de estar en un país emprendedor, lo que se ve reflejado en el último informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el que recopiló datos entre los años 2012 y 2016, considerando tanto hombres como mujeres entre los 18 y 64 años, y analizando la actividad emprendedora en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En él, Chile se ubicaría en el primer puesto de actividad emprendedora.
Si bien los hombres siguen liderando en el ecosistema emprendedor, la brecha entre sexos, según el mismo estudio, ha disminuido considerablemente. Este indica que el 17% de hombres y el 13,3% de mujeres han conseguido emprender en algún sector. Asimismo, Chile lidera las categorías de “nuevos emprendedores”, con una tasa de 16,1%, y, del mismo modo, la categoría de “emprendedores establecidos”, con una tasa de 9,5%.
Debido a este crecimiento es que durante los últimos años hemos observado cómo han aumentado los programas públicos y privados para el apoyo al ecosistema emprendedor e innovador, tanto para fondos concursables, que apuntan a solventar los costos iniciales o de crecimiento, así como para mentorías y apoyo logístico para asesorar en el desarrollo de las ideas de negocio que necesitan concretarse para llegar a buen puerto. Algunas de las entidades públicas que resultan conocidas son SERCOTEC, CORFO y FOSIS, las que presentan un abanico de fondos para postular, a los que se puede acceder según la naturaleza, el tipo y el estado de avance en el que se encuentra el negocio. Respecto a las entidades privadas, podemos mencionar que existen diversos espacios de trabajo colaborativo (cowork), aceleradoras e incubadoras que ofrecen asesorías personalizadas. Para la mayoría de los programas de financiamientos o acompañamientos es necesario postular y pasar por ciertas etapas de selección, pero no consideres esto como un obstáculo.
Puedes buscar el que mejor se adecúe a tu estado actual, trabajar para concretar tu modelo de negocio y luego redactar el plan de negocios, los que usualmente son los eslabones más débiles al momento de concretar la idea. El proceso que se realiza para las postulaciones también funciona como una excelente oportunidad para examinar tus habilidades e intereses, los que luego puedes pulir y canalizar para fortalecer tu emprendimiento.
¡No esperes más, y anímate a emprender!
Revista Urdimbre
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