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Revista Urdimbre

Barreras del emprendimiento




Cuando de emprender se trata existe un cúmulo de ideas, sueños e iniciativas que surgen en la mente de un emprendedor, las que son necesarias de aterrizar para concretar lineamientos con un objetivo claro: agregar valor al producto o servicio que desea entregar a los futuros clientes. También es necesario plasmar ideas innovadoras que le diferencie del resto de marcas y competencia. Así empieza el desafío de emprender con un sello único, aprendiendo a invertir, amoldándose a la era tecnológica para difundir y distribuir lo que ofrece, y obtener el capital que requiere para iniciar una carrera de aprendizaje que nunca acaba.

Medios de comunicación, gobierno, entidades públicas y privadas, actores sociales vinculados con el emprendimiento, motivan a involucrarse en este medio y ser exitoso. Sin embargo, en muy pocos casos advierten las barreras que existen al momento de iniciar un negocio. Primero, se requiere conocer el perfil del futuro emprendedor: edad, sexo, estado civil, nivel educacional, ingresos, redes de apoyo, etc. Te preguntarás ¿por qué tales variables son tan relevantes al emprender? Éstas permitirán posicionarnos con un mayor o menor status en el mercado comercial; por ejemplo, si se tiene mayor capital económico, social o cultural, se puede lograr una mejor vinculación con los futuros clientes.

Pero cabe señalar que no todas las realidades son iguales. Cada emprendedor tendrá barreras diferentes: problemas de conectividad, alfabetización digital, problemas para implementar el delivery, o floja relación con potenciales clientes. A esto se suma el bajo apoyo de entidades públicas, el poco acceso a información sobre los conductos a seguir para solicitar permisos y otros trámites (como el permiso municipal, que depende del alcalde de turno y su administración), organizaciones comunitarias como juntas vecinales que niegan autorización para usar espacios públicos y servicios básicos mientras dura alguna actividad en su sector. Y no olvidemos la contingencia sanitaria, que sigue transcurriendo.

Pese a todo este complejo panorama, el emprendedor continúa fortaleciendo sus talentos, habilidades técnicas, sociales, publicitarias, entre otras, para lograr posicionarse como una mipyme que deje frutos. Por ello es necesario volver a plantearse nuevas preguntas, ideas y metas, formar alianzas con otros emprendedores, organizaciones y, lo más importante, seguir mejorando para mostrar la mejor versión de sí al mundo, con amor, sencillez y gratitud, valores importantes al plantearse un negocio. Al final de todo, emprender implica auto cuidarse en todos los aspectos posibles para disfrutar de este anhelado camino. ¡Gran desafío que hay por delante!










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