Si caminas solo, irás más rápido;
si caminas acompañado, llegarás más lejos…
(Proverbio chino)
La innovación colaborativa es un término relativamente nuevo (2015) que se basa en formar alianzas a largo plazo entre empresas de distintos rubros, con la finalidad de combinar experiencias y conocimientos que permitan generar valor agregado a través de nuevos productos, servicios o procesos, lo cual impacta de manera positiva en la economía y la sociedad en general.
En tiempos complejos como los que vivimos hoy, es cuando surgen grandes oportunidades de unión. Los contextos de adversidad se pueden tomar como desafíos que movilizan y motivan al ser humano a hacer uso de sus capacidades más sofisticadas. Podemos decir que las crisis se convierten en un potente motor que facilita el desarrollo que, en situaciones de calma (tranquilidad, bonanza, etc.), no serían urgentes.
Estas acciones se dan de manera casi natural en el ecosistema emprendedor, caracterizado por una comunidad que, a través de sus redes y constancia, desarrollan ideas innovadoras.
Un tema clave para fortalecer esta colaboración, aparte de la confianza y el compromiso, es la comunicación. Es lo que estamos aprendiendo después de una crisis social y, ahora, una pandemia; situaciones que nos vienen a recordar que debemos unirnos, volver a confiar, para reconectarnos con nuestro propósito: saber quiénes somos y ser conscientes de la comunidad de la cual somos parte. En otras palabras, dejar de lado nuestros intereses personales por un momento, para crear uno en común.
En la región, la innovación colaborativa entre emprendedores, empresarios turísticos y gastronómicos es primordial. Aunque es un enorme desafío, la invitación es a intentarlo, sólo así seremos una fuerza potente capaz de alcanzar nuevos objetivos y seguir fortaleciendo nuestra identidad, nuestra historia y nuestro entorno.
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