¿Sabes cuánta actividad física debe realizar una persona para mantenerse saludable? Probablemente estés pensando en caminatas de 30 minutos, en hacer ejercicio 3 veces por semana y, de seguro, piensas agregar la nutrición respondiendo a que se debe consumir frutas y verduras, beber agua y comer una cantidad de calorías no superior a la que gastamos para aportar a la vida saludable. Ahora la pregunta es ¿en qué estamos fallando? Bien sabemos que la actividad física puede mejorar tu vida, sin embargo, no hay caso de poder lograr que muchos adultos comiencen a cuidarse, por darte un ejemplo.
De la misma forma, suelen decirme mucho “mi hij@ es sedentari@, ya no sé cómo hacer para que se mueva”. Y aquí me detendré a analizar la realidad, pues todo se resume a disciplina y hábitos. Desde bebés existen múltiples formas de estimular el movimiento y así lograr que el niñ@ comience a tener herramientas, fundamentalmente en la primera infancia. Desde sus pasos iniciales en adelante es importante incorporar el ejercicio a través del juego; aunque, lo más trascendental será el factor “imitación”, y es que la creencia de que los hij@s imitan a los padres, aplica totalmente. Así es que lo más efectivo es hacer actividades entretenidas todos juntos, como caminatas en la playa, bailar en casa, hacer carreras y jugar con el balón, acciones sencillas que aportarán a fortalecer la actividad física, y la vida saludable. Y ¡sorpresa!, pasará lo mismo con la alimentación; si te ven disfrutando de una rica ensalada, lo harán también. Suena fácil, ¿no?.
Y adentrándonos más en los beneficios, no olvidemos que, con todo lo anterior, podemos evitar el riesgo de enfermedades a largo plazo (patologías cardiovasculares, hipertensión, diabetes, entre otras).
Mi visión es siempre invitar a las personas a moverse, que cuidemos de nuestra salud física y mental, además de tratar de dejar de lado “lo estético” y pensar en nuestra familia, y lo importante que somos para ellos. ¡A cuidarse!
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